Día 7: Polignano a Mare y Monopoli

Nos despertamos un poco más tarde que otros días, alrededor de las 8, pero resultó que no había agua caliente, así que nos resignamos y nos pusimos a desayunar. Mientras mandamos un whastapp a la dueña, que nos llamó inmediatamente, al rato pasó por el piso y le echó un vistazo a la caldera, como no funcionaba, llamó al técnico; nos pidió disculpas varias veces y nos dio todas las opciones posibles, esperar ella al técnico, si queríamos estar solos mientras venía el técnico ella se iba y luego venía, incluso si nos queríamos esperar al técnico se ofrecía a llevarnos ella en su coche donde quisiéramos ir. Le dijimos que no teníamos ningún problema en que ella esperara al técnico allí, que nosotros nos íbamos a continuar con nuestros planes; simplemente quedamos en que cuando estuviera arreglada nos informara.

El día había amanecido soleado y al levantarnos decidimos ir a la costa; ayer la previsión metereológica lo pintaba peor, así que sin dudarlo aprovechamos el día de sol, para ir a ver otras de las imágenes típicas de La Puglia.

Fuimos a la estación de trenes y sacamos los billetes hacia Polignano a Mare (2’50 €) en las maquinas, todos los trenes que cogimos este día fueron de Tren Italia. Cogimos el de las 10’05 que salió bastante puntual; este primer trayecto era alrededor de unos 20-30 minutos.

Cuando llegamos a POLIGNANO A MARE, había alguna nube pero hacía bastante sol, entramos en la parte histórica del pueblo y luego fuimos directos a por la imagen típica, donde nos recreamos un buen rato. Después continuamos recorriendo otros miradores, pero ninguno con las vistas del primero; donde están las mejores vistas es cerca del monumento a Domenico Modugno (nacido en este pueblo), que se hizo famoso por la canción Nel blu dipinto di blu, más conocida como Volare.

Piazza Vittorio Emanuele

Piazza Vittorio Emanuele

Cala Porto (o Lama Monachile)













Monumento a Domenico Modugno 

Bajando a Cala Porto (o Lama Monachile)

Cala Porto (o Lama Monachile)

Cala Porto (o Lama Monachile)

Cala Porto (o Lama Monachile)










Al final volvimos a la plaza principal, Piazza Vittorio Emanuele, donde nos tomamos un capuchino y un espressino en una agradable terraza.

Tras esta visita, de unas dos horas y media, regresamos a la estación, para cambiar de pueblo, la siguiente visita era Monopoli (1’10 €) y el trayecto en tren sólo 5 minutillos.

Al llegar a Monopoli fuimos directos a comer, en Piazza Guiseppe Garibaldi dimos una vuelta, a ver por cual nos decidíamos; he de decir que para ser sábado habían bastantes cerrados.

Nos decidimos por Ghiottone, tenía buenos precios y resultó muy agradable el local, nos pedimos de entrante para compartir unas verduras rebozadas con tempura, muy ricas, y de platos, unos spaghetti con mejillones y unos linguine con almejas, los dos platos estaban deliciooooosos; junto con las cervezas y los chupitos de limonchelo nos costó 40 €. Muy recomendable, nos encantó.








Comenzamos la visita de MONOPOLI por su puerto y luego recorrimos el paseo que va junto el mar, aunque hacía algo de viento, no llegaba a ser excesivamente molesto. Luego nos metimos por dentro del pueblo, y callejeamos un rato; antes de irnos volvimos a pasar por el puerto. La verdad que este pueblo nos había gustado mucho y además estaba muy tranquilo.

Porta dell'antico porto




Palazzo Martinelli




Castello Carlo V

Castello Carlo V


Cala Porta Vecchia

Cala Porta Vecchia

Cala Porta Vecchia

Cala Porta Vecchia

Cala Porta Vecchia

Cala Porta Vecchia

Cattedrale Maria SS Della Madia

Cattedrale Maria SS Della Madia

Cattedrale Maria SS Della Madia

Chiesetta San Giovani


Palazzo Martinelli

Tras la agradable visita, nos tomamos unos cafés de camino a la estación de trenes, sacamos los billetes a Bari (3’20 €) y esperamos un ratillo. Los sábados baja la frecuencia de los trenes, pero si miras los horarios y te organizas, se puede hacer bien sin más problemas. Cogimos el tren de regreso a las 5’55 y este trayecto fue de unos 30-40 minutos.

Nos había encantado el día, dos pueblos muy bonitos, con poca gente, comida estupenda y con sol, que más podíamos pedir.

Una vez en Bari pasamos un ratillo por casa y luego fuimos al centro, al ser sábado estaba muy animado, nos tomamos unos Aperol Spritz (5 €, como en todos los sitios) en La Ciclatera y luego nos fuimos a cenar.

Elegimos Cibo en Piazza Mercantile, el local estaba animadísimo, y conseguimos un par de taburetes al fondo del local, nos pedimos unos piadinis y esperamos turno. Y resultó que al ser una cosa que está hecha (solo hay que calentarnos en la plancha) no había que esperar turno, cosas de novatos; se esperaba sólo para los panzerotti, que son como unas empanadas fritas típicas de esta zona. No recuerdo lo que costó, pero muy barato.


Tras la cena paseíto de vuelta a casa, contentos porque habíamos salvado el día, nos habíamos librado de la lluvia y habíamos visto dos pueblos muy bonitos.

Mañana, salvarse de la lluvia sería más difícil. Así que, entre que se suponía que llovería bastante y que las frecuencias de trenes bajaban bastante los domingos, incluso algunas compañías ni tenían servicio; habíamos decidido quedarnos en la ciudad.

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